EUROPA
PRESS
7 febrero
2020
¿Cómo
actuar ante las cicatrices más gruesas y rebeldes?
Las cicatrices son comunes cuando las
heridas se curan, pero la cicatrización hipertrófica es una condición de la
piel caracterizada por depósitos de cantidades excesivas de colágeno. Esto da
como resultado una cicatriz gruesa y a menudo elevada. Sin embargo, los
mecanismos subyacentes del desarrollo de una cicatriz hipertrófica no se
conocen bien, tal y como recoge un estudio publicado en la revista 'Burns &
Trauma'.
La curación de las heridas de la piel es un proceso que
consiste en tres fases: inflamación, proliferación y regeneración. La formación
de cicatrices hipertróficas puede ocurrir como resultado de una anormalidad en
estos procesos. La frecuencia de estas cicatrices oscila entre el 40 y el 94
por ciento después de una cirugía, y entre el 30 y el 91 por ciento después de
una lesión por quemadura. En los países más pobres, la tasa de incidencia es
mayor, debido a la alta tasa de lesiones por quemaduras.
Los principales factores de riesgo para la formación de
cicatrices hipertróficas son el sexo, la edad, la predisposición genética, el
tamaño y la profundidad de la herida, el lugar anatómico y la tensión mecánica
en la herida. Estas cicatrices dificultan el funcionamiento normal y provocan
graves problemas físicos, psicológicos y estéticos a los pacientes.
El tiempo para completar la curación de la herida es el
factor más importante para predecir el desarrollo de cicatrices hipertróficas.
Solo un tercio de las heridas desarrollaron tejido cicatrizante si la curación
se produjo entre 14 y 21 días. Alrededor del 78 por ciento resultaron con
cicatrices serias si la herida se curó después de 21 días.
Las terapias para prevenir las cicatrices graves en la piel
incluyen la terapia de presión, que durante mucho tiempo se ha considerado el
principal tratamiento no invasivo para las cicatrices hipertróficas. Se utiliza
ampliamente en todo el mundo y su eficacia ha quedado establecida. Es probable
que se sugiera que es más eficaz si la terapia de presión se realiza dentro de
los dos meses posteriores a la lesión inicial.
Otras intervenciones incluyen silicona, esteroides y terapia
de láser. Si bien la eficacia de la terapia con silicona no se ha determinado
completamente, la administración tópica de esteroides para las lesiones por
quemaduras se ha utilizado en general y se ha informado de su eficacia. Hay
pruebas consistentes de que la intervención temprana con láser para la
prevención sería beneficiosa tanto para la velocidad de reducción de las
cicatrices como para la eficacia de la respuesta terapéutica.
La resección (corte del tejido) y la radiación pueden
utilizarse a menudo además de las terapias primarias. Sin embargo, los enfoques
quirúrgicos varían según el tipo de cicatriz. Los investigadores que participan
en este trabajo sostienen que se necesitan resultados a largo plazo para poder
tomar decisiones sobre el uso de la resección o la radiación como intervención
médica.
El fármaco toxina botulínica A (btxA)
se utiliza principalmente con fines cosméticos, así como para tratar los
dolores de cabeza y otros dolores. También se suele utilizar para tratar las
cicatrices hipertróficas. Los investigadores que participan en este trabajo
destacan que, si bien la btxA parece tener algún
efecto positivo en la prevención de las cicatrices, los investigadores aún no
han decidido cuál es la concentración óptima del medicamento para tratar las
cicatrices. Puede depender del tamaño o la gravedad de la herida. Concluyen que
la droga es prometedora y que vale la pena seguir investigando.
Entre las posibilidades de tratamiento futuro para la
terapia de cicatrices hipertróficas se incluye la terapia antiangiogénesis,
que inhibe el desarrollo de nuevos vasos sanguíneos, el injerto de grasa y la
terapia de células madre. Hay varias investigaciones experimentales sobre la
eficacia de esas terapias para reducir la formación de tejido anormal.